09 noviembre 2015

CIUDADANIA Y PARTICIPACIÓN

¿Qué significa ser ciudadano? Los adolescentes y jóvenes ¿Son ciudadanos?
Al abordar estos temas, es necesario que tengamos presente la distinción entre las concepciones restringida y ampliada de la ciudadanía. Una ciudadanía restringida remite al ejercicio de ciertos derechos en términos exclusivamente jurídicos e individuales y puede ser ilustrada con la siguiente frase: “Soy ciudadano, pago mis impuestos y quiero que se me cumplan mis derechos”. Lo que se observa aquí es cierta desconexión entre la existencia individual y la vida en sociedad, es decir, el espacio público que todos habitamos. Tanto la exigencia como la condición de cumplimiento de los derechos no trascienden la esfera individual. Por el contrario, la concepción ampliada de ciudadanía se encuentra estrechamente relacionada con la participación.
Ambas formas de asumir la condición ciudadana implican una reflexión sobre lo que significa ser sujeto de derechos. Esta concepción de los sujetos de la educación, tiene implicancias tanto institucionales como pedagógicas. Pensar en términos educativos la participación activa de los estudiantes en las escuelas secundarias tiene que ver con habilitar practicas novedosas de participación de los mismos. En las culturas escolares donde el joven se caracterizo por ser carente de poder enunciar y enunciarse, comienzan a generarse y regularse nuevos modos de estar en la escuela, nuevos modos de formar parte de las normas y las reglas que regulan la vida escolar.
Es decir, que los jóvenes son ciudadanos y como tal sujeto de derechos, su participación activa y responsable genera una forma de reproducir la innovación en el sistema educativo. Desde esta perspectiva, el ciudadano no se sienta a esperar que el estado le garantice el cumplimiento efectivo de sus derechos, sino que requiere de cierto grado de implicancia con los asuntos públicos y por lo tanto, con los demás ciudadanos y con las instituciones.
La participación es un elemento central de la ciudadanía y cabe distinguir entre dos formas de ejercicio de la democracia: 1 las delegativas en cuyo marco la ciudadanía se limita a depositar el voto en distintas instancias electorales, desentendiéndose luego de la gestión de lo público y 2 las participativas, que implican un mayor grado de involucramiento con lo público. Desde esta perspectiva, profundizar y consolidar la democracia consistirá en favorecer la mayor cantidad de nuevos ámbitos, instituciones y mecanismos democráticos de gestión de lo público, tanto lo que se refiere a la resolución de conflictos como a diversas instancias de decisión.

A continuación destacaré cuatro documentos legales nacionales que pronuncian claramente sobre el derecho a la participación:
1ro: Ley de educación Nacional que establece la obligatoriedad del nivel secundario, debiendo el estado garantizar que los estudiantes ingresen, permanezcan y egresen del nivel.
2do: Ley de los derechos del niño que aborda a participar en la vida de su comunidad, a expresar libremente sus opiniones en todos los asuntos que los afecten y a que sean escuchados y considerados seriamente en función de su edad y madurez.
3ro: Ley del voto a los 16 años donde establece que todos los argentinos que hubiesen cumplido la edad de los 16 años, gozan de todos los derechos políticos conforme a la constitución y a las leyes de la república.
4to: Ley de creación y funcionamiento de centros de estudiantes en la cual establece integrar centros u otras organizaciones comunitarias para participar en el funcionamiento de instituciones educativas con responsabilidades y promover modos de organización institucional que garantice dinámicas democráticas de convocatoria y participación de los alumnos como así también contempla que los alumnos además de derechos, tienen deberes, entre otros el de respetar el proyecto educativo institucional, las normas de organización, convivencia y disciplina del establecimiento escolar.
Un ejemplo claro de esto es que en la actualidad los jóvenes tienen mayor participación en los centros de estudiantes, en el cual se juntan para alcanzar a un fin en común y así alcanzar mejoras proyectadas o bien para cambiar o profundizar alguna problemática, organizándose, participando de debates, trabajando en equipo, compartiendo pensamientos y opiniones.

Como conclusión final, estoy convencida que como institución debemos reconocer a los jóvenes como sujetos con derechos y obligaciones, crear espacios de participación democrática donde se promueva el respeto y la valoración de ideas y alentarlos y acompañarlos para que se desarrollen como personas crecientemente autónomas, ya que los jóvenes son ciudadanos y su participación activa y responsable genera una forma de reproducir le innovación del sistema educativo. Esta participación es la que les dan confianza en sí mismos, se sienten respetados y así continúan activos y responsables, haciendo una contribución esencial a su desarrollo saludable y también al desarrollo de la sociedad, ya que tienen oportunidades reales para involucrarse en decisiones que los afecta como individuaos y como grupo. Por esto es muy bueno apoyar, fomentar y estimular todas las posibilidades de participación como derecho, enseñándoles la importancia que tiene la misma, como también la responsabilidad que hay que asumir, promoviendo y guiando el aprendizaje.

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