La Función Pedagógica del preceptor

EL ROL DEL PRECEPTOR EN EL MARCO DE LA GUÍA FEDERAL DE ORIENTACIONES PARA LA INTERVENCIÓN EN SITUACIONES COMPLEJAS RELACIONADAS CON LA VIDA ESCOLAR

El 15 de abril del 2014, el Consejo Federal de Educación aprobó, por Resolución Nº 217, la Guía federal de orientaciones para la intervención en situaciones complejas relacionadas con la vida escolar.

La Guía Federal aborda a las situaciones conflictivas como parte inseparable de la vida de las instituciones. Esta mirada sobre el conflicto nos permite, lejos de repelerlo o temerle, pensar que estas situaciones pueden generar aprendizajes y cambios si las procesamos pedagógicamente. De este modo, constituyen puntos de partida para crecer institucional, individual y colectivamente.

INTERVENIR DESDE LA PEDAGOGÍA

A diferencia de aquellas intervenciones que culpabilizan a los jóvenes propiciando la sanción (penal o social), el aislamiento o la estigmatización de los jóvenes, intervenir en situaciones complejas relacionadas con la vida escolar desde una mirada pedagógica implica:

• Enunciar los conflictos, desde una mirada pedagógica, es decir, como oportunidades para analizar las situaciones complejas de las que podemos aprender algo, e intentar resolverlas en el marco de la implementación de estrategias inclusivas y no como forma de aislar a quien/es hacen emerger el conflicto.
• Promover nuevas formas de ver y pensar los problemas a fin de lograr respuestas superadoras de las que teníamos hasta el momento.
• Fortalecer la implementación de los Acuerdos Escolares de Convivencia propios de cada proyecto educativo institucional, así como también la la construcción de otros espacios para la participación responsable del estudiantado en conjunto con toda la comunidad educativa, de modo que puedan ejercitarse asumiendo responsabilidades en la búsqueda de respuestas colectivas a los problemas.
• Evaluar la situación institucional en relación a los recursos existentes, identificando y generando vínculos con los dispositivos estatales presentes en la zona de influencia de la escuela, tales como centros u oficinas de promoción y protección de derechos de los adolescentes, dispositivos de salud, clubes, sociedad de fomento u otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales activas.

Así, estas formas de enunciar, promover, fortalecer y evaluar se convierten en acciones propositivas, que deben formar parte de la cotidianeidad de nuestras escuelas para que éstas sean un espacio donde su pueda generar y compartir conocimiento, donde los jóvenes realmente "sean" y adquieran herramientas para el desarrollo de su vida en sociedad.